S―Roberto,
nuestro director es muy clásico y nos gusta hacer lo de siempre. No queremos
experimentos ¿Qué es eso de la formación
experiencial?
R―¿Para ti, qué es “Lo de siempre” en formación?
S―Pues viene alguien que sabe del tema a transmitirnos
sus conocimientos sobre la materia. Cuando se trata de un experto está muy bien
porque pone ejemplos prácticos de cómo él lo ha aplicado y, si el asunto da
para ello, hacemos simulaciones en aula, estudio de casos, role-plays, etc.
R―Bien, pues en la formación experiencial, el formador, en vez de transmitirte sus
conocimientos lo que hace es facilitarte
experiencias de las cuáles tú puedas producir un nuevo conocimiento. Es más
parecido al proceso de aprendizaje natural en la calle, en la vida, en el
trabajo…
S―Aquí la experiencia no funciona. Aquí son capaces de
cometer los mismos errores día tras día y semana tras semana. Hace falta que venga alguien y
les diga exactamente cómo hacerlo.
R―Ya, es que la experiencia, por sí sola, no produce
aprendizaje. Para que una experiencia acabe en aprendizaje tienen que darse
tres cosas después. Te pongo un ejemplo del ciclo de aprendizaje experiencial. (Dibujo en el papel un círculo con cuatro cuadrantes)
R― Empezamos con una experiencia, hacemos algo: le pegamos un empujón a un cerezo, caen
cuatro cerezas y nos las comemos.
S― Pero ahí no ha habido aprendizaje. Puedes pensar
que ha sido una casualidad y no darse cuenta de que las cerezas han caído
porque se ha empujado el cerezo.
R―Claro, porque no ha habido reflexión. Después de la experiencia, hace falta reflexionar sobre
la misma “Mmmm, así que, empujo el cerezo
y caen cerezas”.
S―He visto a alguno aquí cogiendo cerezas de una a una
con unas pinzas de las cejas…
R―Tal vez, pero, quizá también pueda pensar “Mmmm, el otro día empujé un naranjo y
cayeron naranjas” y aquí ya ha habido una asociación, una nueva conexión.
Esta segunda reflexión sobre una experiencia anterior es muy importante porque
le va a permitir sacar conclusiones, hacer
generalizaciones: “Mmmm, cuando empujo un
árbol caen sus frutos” o “Mmmm, cuanto más fuerte agito, más frutos caen”.
S― Ya, y el ciclo se cierra cuando cuando lo aplico,
cuando veo un peral y lo agito para que caigan las peras… Entiendo el ciclo,
pero aquí no vendemos peras, vendemos herramientas.
R―Vale, y tú ¿cómo aplicarías esta conclusión a tu
trabajo? Por ejemplo, si abres la base de datos y el tercer contacto que te
encuentras es un tal Antonio Manzano?
S―Coño, Manzano, Manzano… ya sé cómo funcionan los
manzanos, cuanto más los agito más frutos me dan. Cuanto más contacto más le
vendo. En vez de llamarlo cada dos meses voy a llamarlo cada quince días…
R―Exacto. Pues nosotros (1) diseñamos experiencias que
faciliten el aprendizaje que tú quieras que se dé y dinamizamos las
experiencias en aula, (2) guiamos la reflexión hasta que (3) sacas tus propias
conclusiones y (4) comprometas una aplicación práctica. Además hacemos el (5)
seguimiento mensual de esa transferencia de lo aprendido al puesto de trabajo.
¿Qué te parece el enfoque de formación experiencial?
S―Pues la verdad es que yo compro mejor una idea cuando
he participado de ella que cuando me la intentan vender…
R―Y eso lo dice un director comercial.
S―¡¡Jajaja, es verdad!!
R―Entonces, pensando en tu equipo ¿qué aprendizaje te
gustaría facilitar en 2017?